Las obras de construcción más antiguas de la Alharía sin duda tienen más de 500 años. En el trascurso de los siglos la casa fue renovada, ampliada y remodelada continuamente, así que hoy en día – mirándola de cerca – podemos imaginar sus diferentes funciones olvidadas – e igual en las últimas décadas hubo mucha construcción y renovación. La finca dispone de actualmente siete dormitorios, un salón, una cocina y una cocina de procesamiento, los cuales están ubicadas en dos pisos alrededor de un patio verde.
Además, se instaló una casita de baño con alberca y sauna (ambas climatizadas con leña) una piscina y una alberca como tanque de agua y para refrescarse, un horno de barro, un molino de aceite de oliva, una destilería de 100 litros y un taller.
La finca recibe la electricidad de su propio sistema fotovoltaico y el agua de sus propias fuentes. La fuente más rica está ubicada a un kilómetro de la casa – de allí nos abastecemos con agua potable y almacenamos las “aguas grises” en tanques. El agua se calienta por medio de paneles solares, la calefacción se realiza con estufas de leña.